Creer en Jesús no me hace prejuicioso hacia las personas. Por el contrario. Jesús elimina mis prejuicios y me conecta con todas las personas. Déjame explicar: Como seguidor de Jesús, tengo opiniones sobre el bien y el mal – incluso con respecto a las elecciones de ‘estilos de vida.’ La razón para esto es, simplemente, que mi Dios, mi autoridad, ha hablado respecto a esos asuntos a través de sus profetas y lo ha documentado en las escrituras. Creo en ese Dios, y creo que la Biblia es la compilación inspirada de su ‘Palabra.’ Y ya que él clasifica ciertas cosas como ‘buenas’ y ‘malas,’ me atengo a lo que dice. Así que, por ejemplo, creo que Dios no está de acuerdo con la ‘homosexualidad.’ Creo que está mal. Las escrituras son claras al respecto – tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.[1] No hay margen para el debate. Otro problema es el sexo pre-marital. Está mal. El Antiguo y el Nuevo Testamento se refieren a esto como ‘inmoralidad sexual’ y el Señor nos llama a rechazar esa conducta y arrepentirnos de ella. El sexo es matrimonio.[2] Si te ‘unes’ con alguien a través del sexo, ya el matrimonio no es algo a cuestionarse. El único problema a discutir – o a poner en acción – es el divorcio. Así que esto es para todos nosotros – heterosexuales y homosexuales… Se aplica a todos, hermanos y hermanas. ¿Me gusta la idea? Absolutamente no. Preferiría que fuera de otra forma. ¿Es bíblico? Absolutamente. Indiscutiblemente. Es la palabra de Dios y es la manera de Dios. ¿Cómo me relaciono – teniendo estas convicciones – con mis colegas, vecinos, amigos y familiares? Bueno, yo también necesito guía y entendimiento en este asunto. De la misma forma que ‘creo’ y sigo las enseñanzas de Jesús con respecto a los valores morales, necesito creer y seguir la manera de Cristo al tratar con mis vecinos, familia y amigos. Si no puedo aceptar su enseñanza, estoy rechazando su ‘manera.’ Él dijo, ‘¡Sígueme!’ (Mateo 19:21) Jesús no hablaba directamente al pecado de las personas al instante mismo de conocerlas. No sentía la necesidad de proclamar su visión sobre lo correcto y lo incorrecto en las vidas de las personas como un requisito para relacionarse con ellas. ¿Quiere eso decir que no le importaban los ‘pecados’ de las personas? Absolutamente, no. Sus primeras palabras en el evangelio de Marcos son ‘¡Arrepiéntanse y crean!’ (Marcos 1:15) El propósito mismo de sus poderosos milagros, como él mismo dijo, fue mostrar que tenía el ‘poder para perdonar los pecados.’ (Lucas 5:24) Habló fuerte y poderosamente sobre el problema del arrepentimiento y el pecado – todo el tiempo. Este es uno de muchos versículos sobre el tema: ‘Todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan.’ (Lucas 13:5) Así que tenemos a Jesús, quien define lo bueno y lo malo, tan en contra del pecado que murió para librarnos del mismo.[3] Predicó el arrepentimiento. No evitó el tema. ¿Pero cómo trató a las personas? Al aferrarse a convicciones tan puras sobre el bien y el mal, ¿rechazó a las personas que estaban en pecado? Por el contrario, se acercó a ellas. Sonrió. Conversó. Asistió a sus fiestas. Las amó de verdad. Se dolió por ellas. Las admiró. Sufrió con el pensamiento y la experiencia de que no lo recibieran. (Lucas 19:42; Mateo 23:37). Estas personas, los pecadores, tú y yo… Somos la razón misma de que Jesús descendiera del cielo para buscarnos.[4] Por tanto, con mis convicciones de lo ‘correcto’ y lo ‘incorrecto,’ y mi creencia de que Jesús nos llamó al arrepentimiento y a la fe, ¿cómo me ‘relaciono’ con los que me rodean? De la misma forma en que Jesús se relacionó conmigo, y de la forma en que nos modeló para que nos relacionemos con otros. Tengo ‘juicios’ sobre lo correcto y lo incorrecto, sí. No ‘prejuicios,’ sino juicios sólidos, fundamentados en Dios y en su Palabra. Pero debido a que ese mismo Dios me demostró que puedo amar, acercarme, reír, llorar, orar y compartir con los pecadores, puedo estar en paz. Puedo relajarme. Puedo estar con aquellos con los que no concuerdo. Puedo trabajar con aquellos con los que no concuerdo. Puedo amar a aquellos con los que no concuerdo. Mi Dios me ha autorizado a ver la verdad, a aferrarme a la convicción de lo que es correcto e incorrecto, a compartir el mensaje de arrepentimiento y fe de su evangelio, y aun así amar a los que están en lo incorrecto. Así es como yo fui alcanzado. ‘Mientras Jesús estaba comiendo en casa de Mateo, muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y comieron con él y sus discípulos. Cuando los fariseos vieron esto, les preguntaron a sus discípulos: — ¿Por qué come su maestro con recaudadores de impuestos y con pecadores? Al oír esto, Jesús les contestó: —No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos. Pero vayan y aprendan lo que significa: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios.” Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores.’ (Mateo 9:10-13) [1] 1 Timoteo 1:8-11; Romanos 1:25-27; 1 Corintios 6:9; 1 Corintios 6:18; Levítico 18:22 [2] Mateo 19:1-6; 1 Corintios 6:15-20; 1 Timoteo 3:2; 1 Corintios 7:9 [3] 2 Corintios 5:21; Gálatas 1:4 [4] Filipenses 2:7; Lucas 19:10 Para más información, visita: www.paraservirle.weebly.com
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Buscando nuestro propósito... significa que no es algo que ya tenemos y mantenemos. Caminamos por todo el mundo para 'encontrar' nuestro propósito, nuestro significado... En cierto momento tenemos que parar, y reconocer que Otro tiene las llaves! Una escritura que encuentro profunda y fascinante, es cuando Pablo está predicando a la gente de Atenas. Él declara el 'propósito' de Dios en crear a toda la humanidad, en todos los 'períodos' y 'fronteras' - incluyendo mi 'período' (2017) y mis 'fronteras' (mi tierra). 'Dios hizo todas las naciones y los períodos de su historia y sus fronteras... Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen, y lo encuentren.' (Hechos 17: 26-27) Dios nos creó y nos propuso buscar a Dios. ¿Buscas a Dios? El último 'alcance' de Dios hacia nosotros, era hacerse hombre: Jesucristo. De esta manera, por el hombre Jesucristo, Dios nos alcanza, nos encuentra. ¿Te acercas a Dios, para encontrarlo? ¡Tu propósito pleno será encontrado en conocer a Cristo! 'Jesús dijo: Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo.' (Juan 10: 9) Los versículos más citados en las bodas son los del 1 Corintios 13, definiendo el ‘amor’. Una parte de este pasaje dice: '... el amor no guarda rencor ... todo lo cree...' (vs. 5-7) En mi propio matrimonio, por ejemplo, cuando no confío en mi esposa – o no creo lo mejor de ella - una distancia se extiende entre nosotros. Donde guardo un registro de los errores, una distancia se extiende entre nosotros. Ahora, es duro en mi matrimonio porque soy imperfecto, y mi esposa es imperfecta, así que realmente puede haber una base para falta de confianza, y ciertamente hay un registro ‘histórico’ de nuestros errores. Por lo tanto, el reto en esta relación es superar las ‘realidades’ de nuestra imperfección y pecado, con el perdón, el arrepentimiento y otros esfuerzos y virtudes. Nuestra relación de ‘amor’ con Dios también requiere fe (o ‘confianza’), y un compromiso de ‘no ser ofendido’ por él, o como Jesús dijo, de 'no tropezar por causa mía’. (Mateo 11:6) Jesús es perfecto en su relación con nosotros, por tanto nuestro desafío con él no es con respecto a un ‘registro de los errores’, sino con resistir la tentación de ‘ser ofendido’ – o tropezar, por causa de él. (Por ejemplo creyendo que él nos ha decepcionado, o que es responsable por las cosas malas que nos han sucedido). Jesús nos desafía a ‘no tropezar’ por causa de él. (Mateo 11: 6), como incluso Juan el Bautista fue tentado a hacer. (Mt 11:1-11) El otro reto en nuestra relación con Jesús es la ‘confianza’, y en esta relación con Dios podemos llamarla ‘fe’, porque tiene que ver con lo que ‘creemos’ pero no podemos ver. Esto es cómo ‘confiamos’ en Dios: Lo creemos. Creemos su historia, sus palabras, su Espíritu, su informe. Se nos dice en Hebreos 11:6: ‘Sin fe es imposible agradar a Dios.’ Mi desafío personal estos últimos días en mi esfuerzo de profundizar en mi relación con Jesús, ha sido doble: A) No 'ofenderme' con Dios: ¿Cómo hago esto? Bueno, me opongo a mis sentimientos, dudas y decepciones, y rezo en voz alta, '¡Creo que eres bueno, y que no me dejas solo y no me defraudes!' B) Mantenerme firme en la fe: ¿Cómo hago esto? Bueno, sigo orando por lo que siento que es verdad, lo que anhelo en Dios, de Dios. Yo persisto, no me rindo, ‘esforzándome por alcanzar lo que está delante’, como Jesús me llama a hacer. (Cf Lucas 18: 1-8; Filipenses 3:12-14) ¿Le duele el corazón? ¿Su matrimonio está en crisis? ¿Usted ha mentido, engañado, quebrantado corazones y ahora su corazón está quebrantado? ¿Se despierta con la desesperación en su alma? ¿Se siente como si se echara una sombra sobre su futuro, y hasta su ‘hoy’ es casi insoportable? ¿Se siente desacreditado, sin salida, sin esperanza de ser jamás una persona ‘sincera’ o ‘limpia’ o ‘buena’?
¡Le ruego hoy a considerar de nuevo esta historia de Jesucristo! Jesús es el Padre amoroso que se bajó de los cielos para curar su corazón roto . Él vino a buscar el 'perdido' - ¿se siente usted perdido? Jesús vino para perdonar, para reparar (redimir), y para dar nueva vida. Él vino a ‘hacer nuevas todas las cosas’ (Apocalipsis 21:5). ¿Cómo hace Él esto? ¡Por el viento y el poder de su Espíritu! ‘Jesús dijo: Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo.’ Juan 10:9 Crecí en una familia cristiana, 'en la iglesia'. Con frecuencia escuché a predicadores decir lo que esta o aquella palabra en la Biblia 'realmente' significaba en el griego o hebreo, o arameo... Cuando era muy joven, me acuerdo pensar, 'Si eso es lo que dice el griego/hebreo, ¿por qué no dice esto en el idioma de mi biblia?!'
Cuando me hice un poquito mayor, me di cuenta de los matices del lenguaje. Los predicadores no estaban anulando tal o cual interpretación en mi lengua materna, sino estaban arrojando luz sobre una palabra o frase o contexto ... No hay problema con esto. De hecho, es buen análisis de la literatura, entrando y saliendo de la etimología, la exégesis, hermenéutica, etc. Sin embargo, puede haber un poco de 'orgullo' en saber - o no saber - idiomas originales. He visto este orgullo en mi propio corazón. Y sólo quiero hacer 3 puntos breves aquí: 1. Jesús es la "Verbo Vivo": Nos dice en el libro de Juan que el Verbo era Dios y 'se hizo hombre' (Juan 1: 1,14). Esta 'Palabra Viva' - Cristo - también dijo de su propias 'palabras' que eran 'espíritu y vida' (Juan 6:63). Así que el propósito último de toda 'palabra escrita' (sea cual sea el idioma) es conocer la 'Palabra Viva', Cristo Jesús. 2. Uno puede conocer las Escrituras y no conocer a Dios: Jesús dijo a los maestros de la ley (que conocían las escrituras en sus idiomas originales) que estudiaban las Escrituras, pero no conocían a Dios. (Juan 5: 39-40, 46) 3. Dios mismo tradujo la 'palabra de Dios' en muchos idiomas: En el día de Pentecostés, el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles en forma de 'lenguas como de fuego', y comenzaron a hablar la palabra de Dios en diferentes idiomas - diferente a los idiomas originales de las escrituras: '... ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye hablar en su lengua materna? Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia cercanas a Cirene; visitantes llegados de Roma; judíos y prosélitos; cretenses y árabes: ¡todos por igual los oímos proclamar en nuestra propia lengua las maravillas de Dios!' (Hechos 2: 8-11) La mejor traducción de la Biblia es la cual en que la palabra escrita se convierta en 'espíritu y vida ' en su espíritu y vida . La mejor traducción nos mueve más allá de saber palabras escritas, a 'conocer' el Verbo Vivo. La mejor traducción 'traduce' mi orgullo en humildad. La mejor traducción de la Biblia es la que leo yo, y llego a amar más a Jesús , y a mi vecino. ( Mt 22 : 36-40 ) |
AutorSoy Peter - hijo, esposo, padre, maestro, pero sobre todo... Cristiano!:) Archivos
Agosto 2019
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